A nuestra edad, ¿quién no sueña con tener su “príncipe azul”? Definitivamente, la gran mayoría de nosotras -por no decir todas- lo ha hecho y no hay nada de malo en ello. Por el contrario, es completamente normal que así sea, considerando que es la época de las primeras citas y noviazgos, pero también de los primeros rechazos y decepciones.
Tal vez algunas tengan mejor suerte que las demás y consigan rápidamente un novio que las quiera mucho y con quien se sientan siempre “como en las nubes” (o por lo menos durante los primeros meses de la relación). Sin embargo, a otras chicas les toma más tiempo encontrar a su “media naranja” y se impacientan y desmoralizan por no tener pareja, especialmente cuando varias de sus amigas ya la tienen.
Entonces, comienzan a preguntarse: ¿Por qué no puedo tener novio? ¿Es tan difícil encontrar un chico que me convenga? Sí, muchas chicas tienen en mente hallar un “prospecto conveniente” para que sea su pareja, el mismo que debe reunir una serie de requisitos que satisfagan todas sus expectativas, aun cuando estas no sean del todo realistas.Con ello no quiero decir que esté mal ser exigentes con los candidatos a novio, sino que también debemos ser conscientes de lo que esperamos de un chico y lo que verdaderamente nos puede ofrecer. De igual manera, hay que considerar lo que nosotras podemos dar a cambio.
No podemos creer que el susodicho será un modelo de perfección para presumirlo a nuestras amigas y que nosotras no tengamos las mismas consideraciones con él. Debemos elegir las cualidades que priorizamos en un chico y aprender a lidiar tanto con sus defectos como con los nuestros para que la relación vaya por buen camino.
Por otro lado, tal vez tenemos una actitud cerrada y de forma inconsciente no permitimos que los demás se acerquen a nosotros con la libertad que quisieran, incluyendo a los chicos a los que podemos gustarles. Si finalmente nos buscan, es posible que les veamos hasta el mínimo defecto y descartemos inmediatamente la posibilidad de que pase algo más.
Ello puede deberse a una falta de autoestima, que es alimentada por el pensamiento de que no le gustamos a nadie a causa de nuestra apariencia o alguna característica que creemos negativa. Si bien el look ayuda a llamar la atención del resto, no olvidemos que la actitud es la que define cómo nos ven y tratan. Primero trabajemos en nuestra seguridad personal para tener expectativas claras sobr
e la pareja que deseamos tener.
Tal vez algunas tengan mejor suerte que las demás y consigan rápidamente un novio que las quiera mucho y con quien se sientan siempre “como en las nubes” (o por lo menos durante los primeros meses de la relación). Sin embargo, a otras chicas les toma más tiempo encontrar a su “media naranja” y se impacientan y desmoralizan por no tener pareja, especialmente cuando varias de sus amigas ya la tienen.
Entonces, comienzan a preguntarse: ¿Por qué no puedo tener novio? ¿Es tan difícil encontrar un chico que me convenga? Sí, muchas chicas tienen en mente hallar un “prospecto conveniente” para que sea su pareja, el mismo que debe reunir una serie de requisitos que satisfagan todas sus expectativas, aun cuando estas no sean del todo realistas.Con ello no quiero decir que esté mal ser exigentes con los candidatos a novio, sino que también debemos ser conscientes de lo que esperamos de un chico y lo que verdaderamente nos puede ofrecer. De igual manera, hay que considerar lo que nosotras podemos dar a cambio.
No podemos creer que el susodicho será un modelo de perfección para presumirlo a nuestras amigas y que nosotras no tengamos las mismas consideraciones con él. Debemos elegir las cualidades que priorizamos en un chico y aprender a lidiar tanto con sus defectos como con los nuestros para que la relación vaya por buen camino.
Por otro lado, tal vez tenemos una actitud cerrada y de forma inconsciente no permitimos que los demás se acerquen a nosotros con la libertad que quisieran, incluyendo a los chicos a los que podemos gustarles. Si finalmente nos buscan, es posible que les veamos hasta el mínimo defecto y descartemos inmediatamente la posibilidad de que pase algo más.
Ello puede deberse a una falta de autoestima, que es alimentada por el pensamiento de que no le gustamos a nadie a causa de nuestra apariencia o alguna característica que creemos negativa. Si bien el look ayuda a llamar la atención del resto, no olvidemos que la actitud es la que define cómo nos ven y tratan. Primero trabajemos en nuestra seguridad personal para tener expectativas claras sobr
e la pareja que deseamos tener.
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