Hace algún tiempo andaba caminando y me disponía a cruzar una avenida. La intersección en donde estaba era muy transitada, pero, también, un tanto peligrosa. Me habían dicho que tenga cuidado, porque todos los días tenía que pasar por allí para tomar mi bus.
Ese día, en el que iba a cruzar la avenida, alguien me dijo “cuidado!” y yo retrocedí pensando que un auto me iba a arrollar. Al no ver ningún otro auto, volví a intentar cruzar, pero volvieron a decirme “cuidado!” y tuve que quedarme sin cruzar, porque la luz del semáforo cambió.
Ese día, en el que iba a cruzar la avenida, alguien me dijo “cuidado!” y yo retrocedí pensando que un auto me iba a arrollar. Al no ver ningún otro auto, volví a intentar cruzar, pero volvieron a decirme “cuidado!” y tuve que quedarme sin cruzar, porque la luz del semáforo cambió.
De pronto se me acercó un tipo y me comenzó a hablar. Recuerdo que había sol y eran las 12 del mediodía. Me habló bonito hasta que me empezó a insultar y a pedirme dinero. Yo el decía que no tenía, pero me hizo abrir mi billetera y hasta me pidió mi celular.
La luz no cambiaba y no podía cruzar; seguía parada con el tipo y estaba muy asustada, pero intenté relajarme por unos minutos para que el no notara lo asutada que podía estar. No logró robarme nada, pues mi dinero no lo llevaba en la billetera y mi celular no le gustó, así que me lo devolvió.
Esto puede pasarnos a todos, no importa tu edad ni tu sexo. Tampoco importa donde vivas, porque los ladrones están siempre en todos lados. Con esto no quiero decirte que mejor nunca más salgas de casa, sino que tomes las medidas necesarias para evitar los robos.
No hables con desconocidos, así te parezcan personas amables. Si te preguntan la hora o el nombre de una calle, no les hagas caso; sigue tu camino y busca un lugar seguro.
Si un auto se estaciona a tu lado y la persona que va a dentro comienza a hacerte preguntas, tampoco le prestes atención. Inmediatamente cruza la calle o camina en sentido contrario al que estabas caminando.
Evita las calles oscuras y caminar solo/a hasta muy tarde por la calle. También evita ir todos los días por el mismo camino; sería bueno que de vez en cuando cambies tu ruta si es que tu horario es igual todos los días.
No camines distraído/a por la calle. Está bien que escuches música y hables por tu celular, pero siempre debes estar muy alerta a todas las personas que están a tu alrededor.
La luz no cambiaba y no podía cruzar; seguía parada con el tipo y estaba muy asustada, pero intenté relajarme por unos minutos para que el no notara lo asutada que podía estar. No logró robarme nada, pues mi dinero no lo llevaba en la billetera y mi celular no le gustó, así que me lo devolvió.
Esto puede pasarnos a todos, no importa tu edad ni tu sexo. Tampoco importa donde vivas, porque los ladrones están siempre en todos lados. Con esto no quiero decirte que mejor nunca más salgas de casa, sino que tomes las medidas necesarias para evitar los robos.
No hables con desconocidos, así te parezcan personas amables. Si te preguntan la hora o el nombre de una calle, no les hagas caso; sigue tu camino y busca un lugar seguro.
Si un auto se estaciona a tu lado y la persona que va a dentro comienza a hacerte preguntas, tampoco le prestes atención. Inmediatamente cruza la calle o camina en sentido contrario al que estabas caminando.
Evita las calles oscuras y caminar solo/a hasta muy tarde por la calle. También evita ir todos los días por el mismo camino; sería bueno que de vez en cuando cambies tu ruta si es que tu horario es igual todos los días.
No camines distraído/a por la calle. Está bien que escuches música y hables por tu celular, pero siempre debes estar muy alerta a todas las personas que están a tu alrededor.
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